Eliminatoria épica: Sevilla logra su pase a cuartos de la Europa League





La vuelta del Euroderbi prometía mucha emoción y así ha sido. El Sevilla ha pasado a cuartos de la Europa League tras empatar una igualada eliminatoria que acabó en una rocambolesca tanda de penaltis en la que los nervionenses remontaron tras parar Adán el primer lanzamiento.

Rakitic puso por delante a los sevillistas y Nono falló el penalti decisivo.
Los primeros minutos del partido comenzaron como era de esperar, con mucha intensidad por parte de los dos equipos. Los sevillistas fueron pasando de poner balones en alto que la defensa verdiblanca despejaba sin problemas a hacerse con el dominio del balón entrando por abajo, aunque con cierta falta de profundidad. El Betis tenía que defender su resultado y echó el cerrojo atrás con cinco defensas.

Todo comenzó a cambiar cuando la lesión de Perquis obligó a Gabriel Humberto Calderón a sacar a Nono, teniendo que modificar todo el planteamiento inicial. El Betis se dedicaba a aguantar los envites sevillistas, sobre todo con un incombustible N’Diaye que estaba encima de cualquier jugador sevillista.

La esperanza de la remontada se hizo realidad cuando los sevillistas cumplieron con el objetivo de marcar en los primeros minutos para tener posibilidades y crear miedo en el rival. Reyes anotaba tras un pase al hueco de Marin a Alberto Moreno, quien le puso al utrerano un balón que pasó por delante de media defensa bética.

El 0-1 anuló al Betis, que no sabía cómo acercarse al área rival ante una segura defensa sevillista, cuyo ataque creaba ocasiones por las bandas. El 0-2 se estaba esperando. La clave para ello era que Gameiro se notara más, ya que los jugadores béticos le presionaban mucho. Con un claro dominio de los visitantes se llegaba al descanso, aunque faltaba el gol que empatara la eliminatoria

El Betis se crece

El guión de la segunda parte fue totalmente distinto pese a que nada más empezar, M’Bia, que venía quejándose de algunas molestias, fallaba ante Adán una ocasión clamorosa en la que mostraba su falta de experiencia tirando a portería. El que no aguantó fue Reyes, que tuvo que salir sustituido por Coke, adelantando a Diogo.

A partir de ahí, el dominio cambiaba sus tornas y el Betis comenzaba a venirse arriba y atacar, aunque entre los fallos y la férrea defensa sevillista no creaba el peligro que se supone que debería tener por la superioridad de la que estaban haciendo gala. Quien más estaba disparando era Leo Baptistao, el mejor en ese momento del equipo bético.

Esto llevó a la afición local a venirse arriba y empujar a los suyos, que tuvieron la ocasión más clara en una jugada que Beto despejó con los pies. Cedrick creaba cierto peligro por su banda desbordándose en velocidad, aunque le faltaba llegada al área.


Los nervionenses intentaban llegar sin éxito por la banda derecha. Fue de nuevo por la banda izquierda por donde llegó el segundo gol, que empataba la eliminatoria. Marin, que se iba de N’Diaye, y Alberto Moreno, que lo ha dado todo, creaban de nuevo la jugada que Bacca aprovechaba para anotar.

La euforia se apoderaba del sevillismo y el miedo se acrecentaba entre los béticos. Mientras, M’Bia se marchaba muy cansado después de un gran partido, superando las expectativas que se tenían sobre su posible rendimiento. El planteamiento se cambiaba colocando a Coke de mediocentro defensivo y retrasando de nuevo a Diogo, con Vitolo arriba.

Los últimos 10 minutos fueron un homenaje al fútbol en el que ambos equipos han jugado de tú a tú mientras corría el tiempo hasta el final. Mientras, el Sevilla tuvo un par de acercamientos sin peligro y el Betis finalizaba los 90 minutos reglamentarios con una peligrosa falta al borde del área contraria que mantuvo en tensión a toda la ciudad y el país.
El cansancio se hace notar

La emoción estaba a flor de piel y esta emocionante eliminatoria llegaba a una prórroga en la que los jugadores eran presos del cansancio, dando lugar a un tanteo entre unos y otros para ver quién se llevaba el gol. La prórroga empezaba como acabó el tiempo reglamentario pero con algo más de calma por el desgaste físico que llevaron a cabo los futbolistas.

La ocasión más clara por parte del Sevilla llegaba en una gran jugada en equipo y que Adán salvaba doblemente tras un tiro de Gameiro y un flojo cabezazo de Bacca. Justo después, el colombiano tuvo que retirarse lesionado y salió Jairo, que vio amarilla por saltar al terreno de juego antes de tiempo. Poco más se vio del cántabro el tiempo que estuvo.

Tantos unos como otros acabaron el partido notando el peso en las piernas, aunque quizás por jugar como locales, el Betis se hacía más fuerte e intentaba mandar balones a su ataque. Así acababa el partido y se llegaba a los penaltis.

Una tanda de penaltis para la historia

Este es el calificativo con el que se puede describir a la lotería de los penaltis, que tuvo lugar en la portería de Gol Norte del Benito Villamarín. El Sevilla lanzaba primero y Adán paraba el tiro de Vitolo, para preocupación sevillista y alegría verdiblanca, sobre todo tras marcar Rubén Castro.

El resto de penaltis fueron anotados hasta que llegó el cuarto lanzamiento bético, a cargo de N’Diaye. El mejor de su equipo en la eliminatoria fallaba su tiro y con ello se empataban los penaltis. El último y decisivo lanzamiento sevillista estaba a cargo de Iván Rakitic, quien hasta en ese momento se ha puesto los galones y no ha errado. La responsabilidad caía en los pies de Nono, a quien le han superado los nervios y la ha mandado fuera.

El sevillismo se desataba en euforia en el césped, las gradas y por televisión y celebraba el pase a cuartos como si de una final de tratase. La celebración va a ser larga y ahora toca pensar en el partido ante Osasuna y superar al próximo rival en la Europa League, que se conocerá en el sorteo de hoy viernes tras una noche que pasará a los anales de los derbis sevillanos.

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